“Desde la época de la colonia en algunos municipios de Nariño se elaboraba una gran variedad de delicias panaderas”
Autor: Wilson Jaramillo
Adaptado Por Nataly González – Comunicación Digital Levapan
Los diferentes sabores y estilos de panes artesanales, utilizando manteca de cerdo y vegetal, eran toda una tradición que poco a poco fue llegando a la ciudad capital. Cuentan los entendidos, que en Pasto se hace un buen pan.
Entre sus variedades tenemos el famoso Pambazo elaborado con un 4 – 16 % de mogolla de trigo, endulzado con panela y enriquecido con parte de manteca de cerdo en su formulación, en algunas partes todavía conservan su tradición usando concho (residuos de carne de cerdo pasada por aceite caliente) o trozos de chicharon pequeños como relleno.
El pambazo, es un pan redondo, pesado y un poco aplanado, se considera como el pan para los jornaleros o sirvientes, se usaba como la primera hornada para bajar la temperatura del horno de leña. Existe el dicho: “A falta de pan, pambazo”.
Las delicias panaderas en Pasto todavía conservan la tradición del pan común de horno de leña:
- La Hallulla con un alto contenido de grasa
- El famoso pan de maíz en Ipiales
- El pastel de queso (base de hojaldre rellena de una almojábana)
- El pan de coco estilo galleta en Pasto
- El pan horneado en hoja Pupiales
- El roscón de yema del Tambo, Guaitarilla y Buesaco
- Las Guaguas de pan de los corregimientos Jongovito, Genoy, Anganoy y Obonuco.
- Los bizcochuelos de almidón de papa en Tuquerres, los polvorones en Taminango.
El gusto por las delicias panaderas en Pasto ha cambiado en algunos aspectos como: sabores, texturas y colores, algunos de ellos por salud como por ejemplo el uso de manteca se reemplazó por margarina. La miel se cambió por azúcar eso sí, sin alterar las formulaciones.
La creatividad de los pastusos se une con la elegancia en las decoraciones que exhiben en las vitrinas resaltando los productos para darle gusto al paladar del exigente consumidor.
